PaNtAlLaZo

     Es posible ver que alguno de mis actos caen en contradicción, como el echo de huir de un instituto por unas normas e ingresar en la empresa con mas normas y disciplina de este país; pero como se ha dicho antes la impulsividad de un inmaduro joven puede ser tremenda y avocarnos a un futuro fracaso o al punto mas álgido de nuestra vida, si bien las dos cosas no tienen porque estar reñidas y forman en nosotros una vorágine de situaciones que se llegan a volver cotidianas hasta que un día te ves ingresado en una clínica psiquiátrica.

     Pero para relatar eso, aun quedan muchas situaciones vividas en estos ya tres años de nueva vida.

     Volviendo a la incertidumbre sobre la confirmación de un posible puesto de trabajo en la mayor empresa de seguridad de España, nos llega con una rápida confirmación a los quince días en la web, un simple numero de D.N.I y aparece el pantallazo, ese pantallazo que evoca en nosotros la libertad, la libertad o quizá la válvula de escape de un pasado angustioso y con pocas esperanzas.

     Futuro prometedor, puesto de trabajo fijo, independencia, maduración, preparación, son muchas las ideas que surgen en mi cabeza, muchas las esperanzas de renovación y estoy dispuesto a afrontarlas todas y mas después del intento de ingreso pasado, mas después de conocer alguno de los entresijos de la profesión. También aflora un sentimiento de miedo a perder toda relación con el pasado que ahora es presente.

     Maleta echa, billete de avión en mano y despedidas realizadas, me encuentro en el aeropuerto, en cola de embarque y teléfono móvil apagado; adiós pasado, hola futuro.