PaNtAlLaZo

     Es posible ver que alguno de mis actos caen en contradicción, como el echo de huir de un instituto por unas normas e ingresar en la empresa con mas normas y disciplina de este país; pero como se ha dicho antes la impulsividad de un inmaduro joven puede ser tremenda y avocarnos a un futuro fracaso o al punto mas álgido de nuestra vida, si bien las dos cosas no tienen porque estar reñidas y forman en nosotros una vorágine de situaciones que se llegan a volver cotidianas hasta que un día te ves ingresado en una clínica psiquiátrica.

     Pero para relatar eso, aun quedan muchas situaciones vividas en estos ya tres años de nueva vida.

     Volviendo a la incertidumbre sobre la confirmación de un posible puesto de trabajo en la mayor empresa de seguridad de España, nos llega con una rápida confirmación a los quince días en la web, un simple numero de D.N.I y aparece el pantallazo, ese pantallazo que evoca en nosotros la libertad, la libertad o quizá la válvula de escape de un pasado angustioso y con pocas esperanzas.

     Futuro prometedor, puesto de trabajo fijo, independencia, maduración, preparación, son muchas las ideas que surgen en mi cabeza, muchas las esperanzas de renovación y estoy dispuesto a afrontarlas todas y mas después del intento de ingreso pasado, mas después de conocer alguno de los entresijos de la profesión. También aflora un sentimiento de miedo a perder toda relación con el pasado que ahora es presente.

     Maleta echa, billete de avión en mano y despedidas realizadas, me encuentro en el aeropuerto, en cola de embarque y teléfono móvil apagado; adiós pasado, hola futuro.

RePlANtEaNdO

     Aquí estoy, recién dejados los estudios y replanteándome en que trabajar, a que dedicarme profesionalmente, anteriormente una idea rondo en mi cabeza, una idea que hace algunos meses tuve que olvidar y quitar de mi cabeza por motivos de salud y que por aquel entonces había frustrado mis aspiraciones.

     Hace algunos meses intente también comenzar una nueva vida lejos de casa, un nuevo trabajo, el ejercito, pero todo se trunco cuando después de dos meses me lesione y vi que ese futuro no estaba hecho para mi, todo lo tuve que dejar y olvidar en ese momento volviendo a mi ciudad, Oviedo.

     Pero en un sino de la vida como este, te lo vuelves a replantear y en ese mismo instante cuando vuelve a surgir en mi cabeza, hecho un vistazo a la página web en la que publican los ciclos de selección y las plazas, asombrado compruebo que el ultimo día de inscripción es mañana, así que por qué no, volveré a intentarlo, así lo hago, subo al ministerio de defensa y me inscribo para hacer las pruebas que son dos días después, en León, de vuelta en casa reviso las diferentes plazas o puestos de trabajo que hay en ese ciclo y para mi sorpresa encuentro unas plazas que las veo bastante acordes para mi, algo mas light que el puesto que había elegido en aquel entonces y me da esperanzas para continuar, volver a intentarlo.

     Llega el día de las pruebas, con ilusión y esperanzas las hago lo mejor que puedo, unas pruebas físicas, un test psicológico, un test de habilidad mental e inteligencia, entrevista con psicóloga, pruebas medicas, valoración de estudios, se hace interminable, dos horas, pero doy gracias a la psicóloga por decirme que ese era el ultimo día para realizar las pruebas y que estaba el segundo de cinco plazas que habían ofertado, contento solo quedaba esperar la confirmación vía internet de lo que me había anticipado la psicóloga.

10 MeSeS hAn PaSaDo

     10 Meses han pasado ya desde que partí de mi ciudad, dejando atrás todo, familia, trabajo, amigos, casa, en resumen una vida; 10 en los que he vivido podría decir una vida nueva, un trabajo, una casa y unos amigos nuevos, todo nuevo, un comienzo de una etapa, el renacer de una nueva persona, Hace 10 meses que comenzó todo y hoy es cuando comienza este espacio resumiendo ese pasado, el presente, y todo lo futuro que queda por venir.

     2700 ese es el numero que me separa de mi casa, de mi barrio, de mi ciudad, 2700 largos kilómetros que cada vez que se recorren se hacen interminables y agotadores, 2700 kilómetros que cada vez que los tengo que realizar no me arrepiento ni un momento por todo lo que llega después, volver a casa, ver a los amigos, etc... ya sea de mi actual vida o de la vida que deje allí a 2700.

     Así empezó todo, soy un chico de 21 años, 18 para los amigos, viviendo en Oviedo, Asturias, en la maravillosa península ibérica, trabajo en la mejor discoteca de ambiente de la ciudad y estudio cocina, un presente estable y un futuro prometedor, si no fuera por lo tremendamente impulsivo que soy...

     ...Comencé a estudiar un ciclo formativo de cocina con una amiga en un pequeño instituto de Oviedo, pero los problemas comienzan a llegar cuando nos empiezan a comunicar las reglas, mejor llamémoslas "normas internas del centro", esas "normas" a las que uno no está acostumbrado y te hacen replantearte seriamente tu futuro en los estudios; Anteriormente, había estado una larga temporada trabajando y estudiando en una universidad otro ciclo formativo y allí gozaba de una gran independencia y libertad, así me encontraba, comenzando a estudiar cocina en un instituto encerrado de 8 de la mañana a 2 y media de la tarde sin poder salir a tomar un simple café, pero el culmen llego cuando un día de imprevisto mi amiga y yo nos retrasamos apenas 5 minutos, 5 tristes minutos que nos costaron un castigo en la biblioteca, si si con 21 años recién salido de la libertad de una universidad y te castigan dos horas en una biblioteca por llegar 5 minutos tarde, ese es el momento en el cual te replanteas si merece la pena, y mi respuesta fue un no, un no rotundo, no era el momento para encerrarme, necesitaba, como cualquier chico de mi edad, volar, ser libre, experimentar cosas nuevas pero no así. Dejamos el instituto y comencé a replantearme que hacer, en que trabajar